El CB Herpo Beniel no pudo con el CB Molina, segundo clasificado de la Primera Autonómica, en un partido que, pese a la derrota, sirvió para extraer lecturas positivas. El conjunto local dio la cara durante los 40 minutos y llegó a soñar con la victoria. Sólo la determinación de su rival en los instantes finales le privó de reencontrarse con el triunfo ante su afición.
Los conserveros saltaron a la cancha dispuestos a demostrar por qué son uno de los 'gallitos' de la Liga. Así quedó reflejado en un primer cuarto que arrancó con la igualdad como nota predominante pero que se decantó a su favor gracias a un parcial de 0-9.
La desventaja era de ocho puntos (13-24) cuando dio comienzo el segundo parcial, pero el vigente campeón de la categoría no se rendía. Su reacción llegó de la mano de una sólida defensa que, por momentos, dificultó las maniobras de la escuadra molinense. El marcador, pese a todo, seguía sonriendo a los visitantes, que llegaron al tiempo de descanso con una renta de ocho tantos (28-36).
El escenario no invitaba a pensar en una remontada, pero la casta de los pupilos de Tavi emergió desde el preciso instante en el que empezó el segundo tiempo. Más entonado en ataque (8-0 de parcial), y con una impecable actitud defensiva, el CB Herpo Beniel mantuvo el tipo; incluso llegó a crecerse con algunos minutos de gran baloncesto que desconcertaron a su oponente. El tercer cuarto tocó a su fin y todo estaba por decidir (51-52).
Con todo igualado, comenzaba un 'nuevo' partido. Sólo quedaban diez minutos por disputar y el CB Molina no dudó en volver a abrir hueco en el marcador ampliando su renta a los 6 puntos. Con todo en contra, el cuadro anfitrión se armó de coraje y materializó un parcial de 6-0 que le sirvió para igualar el partido.
El partido llegó a sus minutos decisivos y la tensión se palpaba en el ambiente. El Herpo Beniel lo intentó todo, pero la moneda salió cruz. Molina tiró de oficio y de la experiencia de jugadores como Leo, David y Ramón para llevarse un sufrido triunfo del Pabellón Carlos Ferrer y castigar a su adversario con la tercera derrota consecutiva.
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