Si abrimos el baúl de los dichos populares encontramos uno que reza: “La fe mueve montañas”. La ilusión suele desempeñar un papel similar y no hace falta dirigir la mirada demasiado lejos para comprobarlo. El CB Herpo Beniel emerge como un claro ejemplo de que las ganas y la confianza ciega en un proyecto componen un motor de fiabilidad probada.
Hablamos de una entidad que en 2005 aceptó el reto de llevar todo el peso del baloncesto en el municipio. Desde entonces han transcurrido seis años en los que su crecimiento ha sido una realidad incuestionable. Dos ascensos en tan corto margen de tiempo le han convertido en uno de los nuevos referentes del deporte de la canasta en toda la Región. Y todo pese a contar con unos recursos económicos extremadamente limitados.
Como cada temporada desde su fundación, el club se ha reinventado. Y lo ha hecho con la vista puesta en mejorar el discreto curso anterior, en el que tuvo que sufrir más de lo necesario para asegurar su permanencia en Primera Autonómica. Para ello ha remodelado su plantilla incorporando hasta ocho caras nuevas: Adrián Flores y Javi Mateo (bases); David Hernández, Paco Mazón, Carlos Marín y Luis Alonso 'Pichi' (aleros); y Nacho López y Joaquín López (pívots). Junto a ellos repetirán en el plantel Joaquín Hernández, José Antonio Serrano (dos jugadores experimentados que han militado en el equipo desde el primer día) y el joven Raúl Cánovas.
El grupo humano es inmejorable y eso es algo que se aprecia cuando uno contempla cada entrenamiento. A este vestuario integrado por once jabatos no le falta prácticamente de nada y, por si fuera poco, puede presumir de tener un técnico de auténtico lujo. Al frente de las operaciones se encuentra Miguel González, más conocido como 'Miguelo', todo un experto de los banquillos que vuelve a entrenar a un conjunto al que ya dirigió durante las campañas 2005/2006 y 2006/2007, con un ascenso incluido. Bajo su batuta, el CB Herpo Beniel peleará por completar una buena Liga regular.
El baloncesto está más vivo que nunca en la localidad, y en ello influye de forma decisiva el apoyo que prestan cada año empresas como Horno Joaquín y Pizzería La Cosa Nostra. Y todo hace pensar en que seguirá así durante mucho tiempo. De momento, no ha hecho más que arrancar un nuevo reto, un nuevo desafío que llega disfrazado de temporada ilusionante. El espectáculo está servido.
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